Jon Bon Jovi vence al calor y no cede ante una lesión de pierna por “rockear” a fans de New Jersey.

Bon Jovi Examiner Glenn Osrin

Ni la intensa ola de calor, la deshidratación, la oscuridad de la noche, o un profundo tirón muscular en la pierna sacaría a Jon Bon Jovi y a su banda incansable de Rockhammers de Jersey de sus giras anunciadas.Fue una actuación que habría dejado a un hombre no entrenado boca abajo en el suelo sin aire, pero para el rockero sin edad, ésta era su última noche en el estadio New Meadowlands -en su casa - y luchador como es, Jon Bon Jovi combatió el calor y se entregó, con extremo perjuicio.Fue una actuación compartida en vivo, como sucedió con el vigilante minuto a minuto en Facebook y Twitter, mientras Jon y Cía. se reagruparon, y volvieron a cargar para sus shows finales de la parte estadounidense de su gira “The Circle”, prácticamente agotada.A pesar de que el habitual entusiasmo JoviNation se derramaba por todo el mundo en Twitter, de USA a Brasil, Argentina y Noruega, los aficionados que asistían al show mantenían al mundo informado, mientras el frenético líder con pícaro corazón pirata de rock n roll compartía sus atesorados éxitos con la adoradora multitud.

¿Calor sofocante? ¿De qué hablas Willis? ¿Redes sobrecargadas y posibles cortes de energía? En otro lugar, tal vez…

En un set list que fue Alma y Corazón de Jersey, con rarezas como Raise Your Hands, Lay Your Hands On Me, Captain Crash and the Beauty Queen From Mars y Open All Night, mezclados con el habitual Rock a la Carta de éxitos de la banda como Bad Name, Livin on a Prayer, Have A Nice Days e It’s My Life para nombrar sólo algunos, esta noche insoportablemente calurosa y húmeda estaba dando las gracias al pueblo de donde él vino por sembrar y hacer crecer a este niño flaco de Sayreville hasta la encarnación viviente de Lo Que Significa el Rock.

Twitter ardía con comentarios, que iban desde el set list hasta “Él no se ve bien, ¿está bebiendo suficiente líquido?“, a “Hidrátate, Jonny, hidrátate“, o “Ceñida camiseta roja sin mangas; suspiro”, o “Oh gracias a Dios por lo general demasiada ropa, incluso en el calor”.

Aunque la banda tocó con el corazón para los miles en Nueva Meadowlands Stadium, fue una actuación sentida en todo el mundo.
Entonces, sucedió.

En algún momento de las tres primeras canciones de los bises, algo cedió y paso desde la parte posterior de su pantorrilla, sufrió un pequeño desgarro muscular y el dolor corría hacia abajo de su pierna. Valientemente, se paseó con cautela por el escenario como un atleta olímpico que se había quedado cojo, e incluso bromeó con la multitud, “Hey, estoy viejo“; y entonces se impulsó a sí mismo hasta la línea de llegada diciéndole a esos miles de fans “No se preocupen, no voy a ninguna parte“.

Así, con su camiseta roja sin mangas pegada a su cuerpo como una segunda piel, puso más peso sobre su pierna buena, y comenzó a discutir con el aire húmedo y espeso que lo separaba de sus compañeros Jerseyites.

Fue un momento directamente salido de ‘Rocky’, y con esa camiseta de color rojo que parecía ponerse más brillante a medida que su fuerza interior elevaba la temperatura colectiva a una candente locura, Jon Bon Jovi se apoyó en ese pie blanco de micrófono con ambas manos -en un momento azotándolo en alto sobre el público como un mago- e imploró ‘Nueva Jersey, te necesito…”

Y como lo han hecho siempre, Bon Jovi y New Jersey se dieron la mano, y juntos lo hicieron

Lo juramos.

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